Fue "uno de los grandes referentes de las artes escénicas", dijeron desde la Asociación Argentina de Actores.
Para la Asociación Argentina de Actores, Serrano fue “uno de los grandes referentes de las artes escénicas que deja un importante legado a nuestra cultura nacional y ha formado a varias generaciones de artistas”.
Nacido en San Miguel de Tucumán, Serrano fundó en esa ciudad los grupos Teatrote, El Cardón y el Grupo de Estudios Teatrales. Ya en Buenos Aires, formó parte del grupo de teatro independiente Fray Mocho.
La trayectoria de Serrano siguió con su viaje a Rusia, en 1957, para presentar varias obras teatrales, a las que siguió su decisión de radicarse en Hungría durante una década.
Al regresar al país en 1967, Serrano formó parte del ciclo Teatro Abierto y en 1981 fundó la Escuela de Teatro de Buenos Aires, un espacio emblemático para la formación de actrices y actores.
Su labor como director, con más de un centenar de espectáculos estrenados, incluye títulos como “Yepeto”, “El Amante”, “Mateo”, “La revolución es un sueño eterno”, “Don Juan”, “Tute Cabrero”, “Saverio”, “Giacomo”, “Otra vez el diablo”, “Trampa para un hombre solo”.
Serrano tuvo a su cargo las puestas en escena de varios especiales de televisión como “El gran deschave”, “Made in Lanús”, “La malasangre”, “Segundo tiempo” y “Chúmbale”.
Su nutrida y reconocida actividad docente también incluye trabajos en la Universidad de Buenos Aires, la Escuela de Teatro de Buenos Aires, la Escuela Nacional de Artes e instituciones educativas de todo el país, Latinoamérica y Europa.
Serrano fue también autor de libros, artículos y ensayos sobre pedagogía, estética, técnica y teoría teatral.
En 2004, la Asociación Argentina de Actores y Actrices junto con el Senado de la Nación, le entregó el Premio Podestá a la Trayectoria Honorable.